domingo, abril 30, 2006

Carta de Zubin Mehta del 12-08-1987

Buenos Aires, 12 de agosto de 1987

Durante mi estadía en Buenos Aires he tenido oportunidad de escuchar a la Orquesta Sinfónica Nacional de la República Argentina.

Se trata de un organismo de alto nivel, de calidad comparable a las buenas orquestas europeas. No obstante, la actual situación de la Orquesta Sinfónica Nacional constituye un impedimento para que el organismo pueda rendir en la medida de sus reales posibilidades.

En mi opinión, los profesores músicos de la Orquesta Sinfónica Nacional perciben salarios absolutamente insuficientes. Estas bajísimas remuneraciones no pueden satisfacer las mínimas necesidades de los integrantes de la orquesta. Es obvio que si un país desea tener una orquesta de alto nivel profesional, come es la Orquesta Sinfónica Nacional de Argentina, se debe ofrecer remuneraciones dignas a sus integrantes, para evitar que el conjunto sufra un paulatino desmembramiento por la emigración de sus músicos hacia el extranjero.

Asimismo, considero que el sistema administrativo de la Orquesta Sinfónica Nacional no es el apropiado para un organismo de esta naturaleza. Evidentemente, la administración de la orquesta no puede tener la agilidad necesaria para actuar con eficacia, si para poder realizar cada acto administrativo debe contar con la aprobación previa de un gran aparato burocrático central. Entiendo que una orquesta debe funcionar como organismo descentralizado, es decir, como ente autárquico administrativo y de autogestión artística como para poder cumplir sus funciones específicas (tal es el caso de casi todas las orquestas del mundo). Esta autonomía es absolutamente imprescindible para que una orquesta pueda funcionar organizadamente.

Es mi intención que esta nota pueda servir como colaboración para que se logra una solución profunda a la gravísima situación en que se encuentra la Orquesta Sinfónica Nacional de la República Argentina. Espero que, en un futuro próximo, este prestigioso organismo orquestal pueda ver solucionados los problemas que actualmente lo afectan, para poder así cumplir con su importante labor a favor de la cultura del pueblo argentino.

ZUBIN MEHTA
Director de las Orquestas
Filarmónica de Nueva York y
Filarmónica de Israel